domingo, 1 de octubre de 2006

Dirección Escolar, Factor de Eficacia y de Cambio

La Red Iberoamericana de Investigación sobre Cambio y Eficacia Escolar (RINACE) nació con el compromiso ineludible de colaborar en la transformación de las escuelas para que incrementen sus niveles de calidad y de equidad. Y la estrategia utilizada para conseguirlo es la investigación: desarrollando, fomentando y difundiendo investigación de calidad que ayude a la toma de decisiones dirigida a ese necesario cambio escolar. 

Sin desdeñar un ápice todos los esfuerzos realizados, hay tres características que creemos que debe tener la investigación que realmente consigue impactar en la mejora de la Educación. 

En primer lugar, ha de ser una investigación de calidad. De esta forma, más allá de defender la prevalencia de un enfoque metodológico sobre otro, las características fundamentales que ha de tener la investigación es que esté bien fundamentada, desarrollada metodológicamente de forma rigurosa, con un buen análisis de las informaciones obtenidas y reflejadas mediante informes de calidad, entre otros elementos. De esta forma, el primer deber de todo investigador o investigadora que quiera realmente cambiar la educación es hacer bien su trabajo. 

En segundo lugar, creemos que los investigadores e investigadoras han estar comprometidos con el cambio. No cabe duda de que no hay investigación neutra: qué se investigue, cómo se haga, con quién y para quién se realice, cómo y a quién se difundan los resultados son decisiones profundamente marcadas por la ideología. En función de qué sociedad, que hombre y mujer y qué educación y qué escuela queremos así será nuestro trabajo. Sólo si la investigación busca de forma deliberada, mejorar la escuela, podrá aportar algo para lograrlo. 

Por último, defendemos que algunos temas tienen un mayor impacto que otros en la consecución de unas mejores escuelas. De nuevo sin minusvalorar cualquier esfuerzo, parece evidente que abordar unos problemas de investigación va a tener un impacto más directo sobre la transformación escolar que otros. 

Y en ese último sentido, la investigación sobre dirección escolar resulta clave: detrás de una buena escuela siempre hay una persona que la lidera ejerciendo funciones de dirección; y no es posible el cambio de la escuela sin contar con el apoyo y compromiso del director o directora. Por lo tanto, si abordamos la temática de la dirección escolar y su incidencia en al cambio y la mejora, estamos contribuyendo a elaborar un modelo de dirección que contribuya a transformar la escuela; estamos, sin duda, realizando una aportación significativa. De ahí la elección de la temática de este número.

No se nos escapa que detrás del título elegido para este monográfico se encuentra una de las tensiones dialécticas que configuran el día a día de la dirección escolar. Efectivamente, la persona que ejerce las tareas de dirección, por una parte, ha de ser muy conservadora, dado que tiene como una de sus principales tareas, mantener, apoyar y reforzar aquellos elementos, actividades y actitudes que funcionan en la escuela. Y de forma simultánea, ha de ser el máximo revolucionario del centro escolar, dado que una de las misiones inherentes a su cargo es transformar la escuela para incrementar sus niveles de calidad y equidad. Tensión dialéctica que ha de avanzar, indudablemente, en una radical transformación del modelo de dirección imperante.

Referencia Original

Murillo, F. J. (2006), Dirección Escolar, Factor de Eficacia y de Cambio. REICE. REvista Iberoamericana sobre Calidad, Edicacia y Cambio en Educación, 4(4), 1-3.

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